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Reflexiones en torno a la Teoría Integral, el Plano Sutil y la Mutación Antropo-Histórica (página 2)




Enviado por Giorgio Piacenza



Partes: 1, 2

Junto con Allan Combs, profesor del
California Institute of Integral Studies, Wilber creó el
"Wilber-Combs Lattice" (el entramado de Wilber-Combs) el
cual muestra unas veintiocho posibles combinaciones entre estados
de conciencia y niveles de desarrollo. Esto mostraría que
cada individuo interpreta la realidad no solo de acuerdo a los
datos proporcionados por sus propios sentidos, formación y
los contextos de su cultura sino también por su propia
combinación de estados de conciencia y niveles de
desarrollo alcanzados en el promedio de las distintas
líneas.

Los "estados de conciencia"
permitirían tener acceso a un tipo de realidad
determinada. Ellos serían muchos (hasta tendríamos
micro estados) pero los más relevantes (y que, como me
gusta enfatizar, tendrían relación directa con
diferentes niveles de realidad ontológica) serían:
El "denso" (Gross) o físico (relacionado a la conciencia
ordinaria de estar despierto), el "sutil" (relacionado a
soñar cuando uno se halla en el cuerpo físico), el
"causal" (relacionado al dormir profundo sin sueños y al
"testigo", nuestra naturaleza como una conciencia pura sin
objetos) y, finalmente, al "no-dual" (que abarca todo pero no
está sometido a nada). La conciencia en sí
sería como (esencialmente indefinible) "espacio" donde
todo evento y experiencia surge y se percibe y fuera del estado
no dual (que no diferencia ni no diferencia a Dios, el alma
individual y la creación) toda percepción y
experiencia sería una perspectiva adoptada por la
conciencia.

Los niveles de desarrollo más
relevantes serían (de menos a más inclusivos): el
"arcaico", el "mágico", el "mítico", el "racional",
el "pluralista", el "integral" y el "super integral". Mientras
-teóricamente hablando- uno podría acceder a todos
los estados de consciencia independientemente del nivel de
desarrollo, la interpretación de las experiencias que los
estados revelan sí dependería de los niveles. Por
eso se podría hablar de por lo menos 28 clases de
interpretación de las experiencias reveladas por los
estados. Por ejemplo, en relación a experiencias
religiosas-espirituales se podría hablar de 7 niveles de
espiritualidad natural (relacionada al estado de
percepción "denso"), de espiritualidad a través de
una deidad (relacionada al estado de percepción "sutil",
de espiritualidad carente de forma (relacionada al estado de
percepción "causal" y de espiritualidad "no dual"
(relacionada al estado de percepción "no
dual").

La conciencia en sí sería
como (en un sentido budista Yogachara) un "espacio" que al
ampliarse podría dar cabida a mayores niveles de
desarrollo en las diversas líneas. La combinación
de estos factores darían una "altura" o nivel de
desarrollo promedio que variaría según lo que vive
el individuo. Wilber pretende crear una "teoría de todo"
con la que se pueda describir todo aspecto conocido. Por eso -a
la fecha- su modelo o mapa "integral" (también llamado
"AQAL") incluye los siguientes elementos: "cuadrantes",
"líneas" "etapas (o "niveles"),
"estados" y "tipos". Asimismo, Wilber brevemente
menciona pero no enfatiza (quizás por temor al rechazo
académico formal) el reconocimiento de niveles de
existencia no físicos. Como (además del Zen y de la
mística católica contemplativa) él hace uso
extensivo del budismo Vajrayana y del Vedanta, por respeto a las
tradiciones, él admite que pueden existir múltiples
realidades en la "cadena del ser". Sin embargo, en años
recientes (en su llamada "fase post metafísica" o 5ta fase
del desarrollo de su Meta Teoría Integral), Wilber
prefiere no hablar especulativamente de lo que aparentemente no
se puede comprobar. Aunque él no deja de lado las
experiencias de comprobación personal pronuncia que todo
conocimiento verdadero debería aceptarse solo luego de una
combinación de método científico e
indagación grupal cuando el grupo comparte el mismo
método exploratorio. Así centra hasta la
exploración espiritual (que para él es
preferentemente la exploración de estados superiores de
conciencia) en una ampliación del método
científico que es la combinación de método
compartido, experiencia revelada por ese método y
diálogo hermenéutico para coincidir o descartar los
resultados empíricos.

Anteriormente Wilber escribió con
amplitud (por ejemplo en "El Proyecto Atman") sobre la "Gran
Cadena del Ser
" pero ahora entra en contradicción pues
considera hablar que otras realidades es una metafísica
especulativa que no se atiene a los descubrimientos,
recomendaciones y críticas que la modernidad y de la post
modernidad. Digo que es algo contradictorio porque prefiere
saltar directamente a la investigación de la no dualidad y
de los estados superiores de conciencia desdeñando el
plano intermedio de experiencias sutiles que los chamanes y
médiums valoran. Sin el reconocimiento e inclusión
amorosa de ese plano o nivel ontológico no se puede hablar
de lograr una conciencia no dual puesto que ese plano es parte
integral de la creación. Su posición es de una
"post metafísica integral" un tanto influida por el
concepto Kantiano que nunca podremos conocer "la cosa en
sí". Sin embargo el "Pluralismo Metodológico
Integral
" (que incluye otros elementos) de Wilber sugiere que
se podría utilizar para explorar cualquier tipo de
realidad.

Yo propongo que las realidades sutiles
(post mortem) sí se pueden explorar científica y
empíricamente de manera válida tanto personal como
colectivamente y que sí se pueden lograr conocimientos
bien fundamentados en este campo acatando o no todas las
sugerencias de rigurosidad ofrecidas por pensadores de la
modernidad y de la post modernidad. Aun así creo que
Wilber tiene razón en proponer que para que los
conocimientos sobre lo sutil sean aceptados a nivel social y
global (con la solidez o aproximándose a la solidez de los
conocimientos más establecidos de la física o las
matemáticas), habría que descubrirlos y
verificarlos empírica y colectivamente compartiendo un
mismo método

Las realidades sutiles y de
interacción psíquica y vital que fueron reconocidas
(o al menos parcialmente reveladas) de manera empírica
(tanto personal como grupalmente) por personas "pre-modernas"
bajo la influencia interpretativa de sus cosmovisiones
explicativas "míticas" fueron rechazadas durante la
hegemonía de la ciencia occidental. En líneas
generales, así como no se incluyó todo lo
válido entre la etapa mágica-tribal para pasar a la
etapa mítica-religiosa tampoco se incluyó
seriamente todo lo válido de la etapa
mítica-religiosa-feudal al pasar a la modernidad. Para
liberarse del yugo de las religiones y de la ignorancia que ellas
también imponían respecto al mundo físico y
a casi todo tipo de estudio, solo aquello que podía
evidenciarse por medio de los sentidos físicos de manera
racional (en este sentido usando el "medio excluido") se
constituyó en conocimiento verdadero y así los
nuevos gurúes de la epistemología redujeron la
amplitud de la experiencia humana del mundo tan solo a los
"cuadrantes" físicos objetivos e inter objetivos. Hoy en
día como parte de la respuesta para enfrentar la crisis de
auto destrucción y desconexión con la Vida y para
recuperar el respeto a nivel global por un todo vivo global y
cósmico tenemos que redescubrir no solo algo tan lejano (y
cercano) como Dios y la religión sino la presencia
incidente, (física o cuasi física pero
sensorialmente más cercana) de estas realidades sutiles.
Esto hay que hacerlo empíricamente con todos los medios
disponibles y sin volver a caer en explicaciones míticas
dogmáticas y parcializadas.

Las evidencias empíricas (directas e
indirectas) que existen realidades sutiles con interacción
material concreta ya abundan al extremo que negarlas solo en base
a desagrados emocionales, a prejuicios o al temor se convierte en
necedad. No es solo con el misticismo de sentirnos "unidos" o
"conectados" a "Dios", a la "Vida", la "Naturaleza", al "Tao" o
al "Todo" que podremos cambiar nuestras sociedades y modos de
relacionarnos, de producir y consumir. Cuando tengamos una clara
experiencia consciente más allá del túnel de
luz que nos separa del "más allá" o cuando tengamos
algún nivel de contacto objetivo con personas (sí,
personas con derecho a ser respetadas) extraterrestres
probablemente nos sentiremos más inclinados a seguir las
enseñanzas más elevadas de nuestras religiones. Es
que para estimular el cambio de conciencia integral
también necesitamos evidencias concretas que el mundo
físico que nos somete y convence no es todo. Para respetar
mejor a la materia, necesitamos un conocimiento objetivo que ella
alberga un nivel interno que no está "muerto"; que sus
correspondientes planos sutiles (a veces llamados "astrales", a
veces, "mentales") son los que conectan vivencialmente nuestra
conciencia individualizada con la materia física. Debemos
redescubrir empírica y científicamente) que todos
los planos son una expresión coordinada de la Vida y que
expresiones como "Dios", "Tao", "Ain", "Parabrahm",
"Tathagatagarbha", "Tecsi Illa Wiracocha Pachayachachi" son
plenamente compatibles pues apuntan a la misma realidad absoluta
y suprema.

La exploración de lo sutil
podría ayudarnos a obtener evidencias concretas que un
plano mental define la materia física que conocemos, que
se puede reprogramar el espacio-tiempo para crear efectos
físicos, desplazarnos, obtener energía, que la
"negentropía" (o anti entropía) se puede
incrementar localmente, que se puede cohesionar la sub estructura
espacio-temporal a través de un nivel sub cuántico
(quizás el de los "fitones" de Claude Swanson PhD, autor
de la Teoría del Universo Sincronizado), que la
conciencia, la personalidad y la memoria sobreviven a la muerte
física y que todo lo que existe tiene niveles de Vida en
relación a la conciencia y a un orden
universal.

William Tiller. Profesor emérito
(retirado) de la U. de Stanford nos inspira para pensar en lo
siguiente. Aparentemente, la física cuántica
permite la existencia de un espacio físico complementario
al que ordinariamente percibimos de manera macro y con tendencia
entrópica. Este otro "espacio" podría tener un
aspecto vibratorio en el cual el tiempo también puede ser
retrocausal. Según Tiller (http://www.tiller.org/ ) desde
un nivel ontológico más profundo que obedece a la
intención se podría aumentar la simetría
entre los espacios ordinarios y recíproco y asimismo
reprogramarlos. Quizás el otro "espacio" conste de tres
dimensiones temporales y una de espacio. Quizás cuando el
espacio complementario y el espacio ordinario se cancelan,
retornan a la simetría superior del nivel sutil de donde
provienen en el cual las experiencias de exterioridad no se
expresan a través de distancia o duración. Durante
la supuesta cancelación mutua de dos ondas
electromagnéticas la energía contenida
crearía un stress conocido como "ondas escalares" (ver
trabajos del Dr. Robert Koontz http://www.doctorkoontz.com/ )
Quizás la generación de "ondas escalares" se preste
a un tipo de programación sutil que pueda incidir en la
manipulación del espacio ordinario. Creo que el
físico Thomas Bearden, experto en electrodinámica
cuántica (http://www.cheniere.org/) estaría de
acuerdo con esto.

Aún hoy, si no nos apegamos
rígidamente a los parámetros de la ciencia moderna,
nuestra experiencia vital simple y directa nos integra con el
fluir de la Vida a través de nuestros propios elementos
físicos, sutiles-mentales y espirituales. Nuestra propia
experiencia vital nos conecta los planos sutiles que
(según el concepto Hindú del Chidhakasha) obedecen
una causalidad mental. Sin un modelo conceptual más
inclusivo sobre las interacciones suprafísicas la
cuestión de quienes somos antes y después de morir,
incluyendo el problema de la relación entre la mente y el
cuerpo queda disfuncional e incompletamente explicado si nos
conformamos a la fe religiosa o a la ciencia clásica.
Aún si tuviésemos experiencias propias o
acudiéramos a médiums y chamanes genuinos, a la
sociedad en general (ya influida por las exigencias de
verificación modernas) le faltaría afianzar los
datos que necesita para lo que llamaríamos su
"mutación antropo-histórica integral" en modelos
más amplios y predictivos y en demostraciones
científicas más evidentes. También hay que
trabajar en esto para que se pueda cambiar la ética y la
conciencia en favor de la Vida. Si la gente no comprueba a su
entera satisfacción que la Vida se expresa como materia
las recomendaciones más lógicas y correctas
serán banales o insípidas y no saldremos del nivel
filosófico y el de las buenas intenciones.

Con la incipiente perspectiva integral (que
incluye la amalgama cognitiva-vivencial pre-racional así
como la percepción mística transracional) ya es
posible pensar más amplia e inteligentemente sin perder
"objetividad" para aprender a relacionarnos de una forma
más madura con todo aquello que el mundo moderno considera
demasiado extraño, atemorizante, estúpido: lo no
físico. Ya podemos usar diferentes tipos de lógica
y diferentes tipos de métodos e instrumentos de acuerdo a
la necesidad específica para explorar las conexiones tanto
causales como metafísicas entre el mundo físico y
el sutil.

Entendemos que la racionalidad
clasificatoria-asociativa -comparativa del medio excluido puede
ponerse al servicio de otro tipo de racionalidad o lógica
superior que la trasciende y abarca y de la cual la primera es un
subconjunto posible. Esta es la racionalidad de la
relación, del "ambos-y", del "medio incluido" que
permite definir los opuestos como distintos y
simultáneamente como necesarios el uno para el otro. Bajo
esta lógica superior si uno desea puede mantener
distinciones definidas como las del medio excluido y si uno desea
puede uno fluir en relación continua más
vital.

Al pensar en el concepto de niveles de
realidad, reconocemos que todas las experiencias en todos los
niveles donde exista exterioridad y multiplicidad son producto de
una apariencia primordial que es la dualidad primigenia. Cada
realidad ontológica con aspectos de exterioridad y
multiplicidad genera cuatro cuadrantes o cuatro expresiones
fundamentales que pueden ser ocupados por otros "elementos" como
los que Wilber inductivamente reconoció y escogió
(estados, niveles, tipos, líneas). Hay "líneas",
"estados", "etapas" y "tipos" ocupando los cuatro aspectos o
cuadrantes y los cuadrantes en sí podrían
considerarse como una expresión de tres principios y
experiencias primarias, tres perspectivas fundamentales de Dios:
1) La perspectiva del "yo" experimentando "Belleza" o experiencia
subjetiva; 2) La perspectiva del "otro" experimentando la Verdad
objetiva (que según Wilber calza la experiencia interior
con los datos colectivos exteriores) y 3) La perspectiva del
"nosotros" que nace de la relación plural o colectiva
entre el "yo" y el "otro"(como sujeto y
objeto-sujeto).

Postulo que estas tres experiencias
primarias no surgen dentro de la dualidad ilusoria como los
cuadrantes en sí, sino de una trinidad anterior a la
creación. En su estado más profundo, se hallan
mutuamente imbuidas una de la otra como en la Santísima
Trinidad Católica y a mi modo de ver también son el
origen de los tres niveles primarios de realidad
ontológica: el Causal (con varios subniveles), el Mental o
"sutil" (con varios subniveles) y el Físico (con varios
subniveles). Cada uno de estos tres niveles primarios procede de
un concepto de materia distinto y cada una de estas tres
experiencias primarias funciona con su propia lógica. Cada
uno expresa exterioridad a través del "Maha akasha" o
substancia universal siguiendo distintas leyes.

Así como pensarían los
neoplatónicos, el nivel "causal" sería
ontológicamente menos ilusorio, existiría menos
fuerza creativa incorporada en la exterioridad material y la
subjetividad dominaría en la experiencia. El nivel
"mental" o "sutil" sería ontológicamente hablando
de una "ilusoriedad" media y la fuerza creativa subjetiva se
equipararía con las manifestaciones exteriores. El nivel
físico sería el más ilusorio y más
dual en la experiencia puesto que la libertad creativa de la
experiencia subjetiva estaría proyectada hacia el exterior
principalmente dominada por la materia exterior. La lógica
principal del nivel físico sería la del medio
excluido (o esto o aquello) que se adaptaría a los
patrones más estables de esta creación. La
lógica principal del nivel mental o sutil sería la
del medio incluido (ambos son y no son), una lógica de
relación que normalmente se entiende como "fluida" pero
que puede también hacer uso de la rigurosidad. Esta es la
lógica de la Vida, de la complementariedad y la
relación, una lógica que es empírica y
vivencialmente utilizada más extensamente por los "pueblos
originales". Finalmente tenemos una lógica "hiper sutil"
que se exploró en la India con el sistema lógico
"Catuskoti" y en relación al budismo por el gran
filósofo Nagarjuna. Ya que toda afirmación acerca
de la realidad puede ser negada se genera este sentido
lógico que podríamos definir como "neti-neti" (ni
esto ni aquello). Luego de esta última lógica solo
queda abandonar el apego (no la participación en
sí) a la relación y a la comparación y
entregarnos a la experiencia directa, una experiencia que en
sentido platónico correspondería a la "Belleza" y
en el sentido católico trinitario al "Padre". Por otro
lado, la lógica de la relación sería la
lógica del Logos, del "nosotros" implícito en
relacionar a sujetos diferenciados. Sería la lógica
de la razón por excelencia, la lógica de crear
usando los principios "semilla" o causales permitidos por la
lógica anterior. Sería la lógica de la
coherencia de las posibilidades. Finalmente, la lógica de
la afirmación o la negación excluyente sería
la lógica de la definición concreta en la que las
posibilidades coherentes se convierten en objeto de la
experiencia con calidad casi por completo independiente. En
física cuántica la lógica anterior
correspondería al estado de posibilidades mentales pero
esta última lógica correspondería a la
probabilidad de encontrar un objeto físico definido en
cierto lugar específico luego de una medición
interactiva.

Estudiando a Wilber y ampliando sus
conceptos en relación a la existencia de realidades
múltiples podemos racionalmente intuir la existencia de un
patrón organizativo diferenciado a través de las
realidades. Reconocer esto no solo se basa en la
especulación sino en necesidad lógica y en
percepción inductiva. En los años 90, Wilber se
aisló por muchos meses en su hogar para encontrar un
modelo que le dé respuestas llegó a percatarse que
todos sus libros (una amalgama de muchos campos de conocimientos)
científicos, sicológicos, espirituales, religiosos,
humanistas, filosóficos, místicos, técnicos
y demás se podían dividir en cuatro grandes grupos:
libros que hablan de lo subjetivo de manera personal, libros que
hablan de lo subjetivo de manera grupal, libros que hablan de lo
objetivo de manera singular y libros que hablan de lo objetivo de
manera plural. Así Wilber inductivamente descubrió
los "cuadrantes" y se percató que todo conocimiento
y método correspondía principalmente a uno de los
"cuadrantes". Wilber se percató que estos cuadrantes eran
el producto de cuatro "dimensiones" anteriores: La
"dimensión" de lo interior, la "dimensión"
de lo exterior, la "dimensión" de lo
singular o individual y la "dimensión" de lo
plural o colectivo. Quizás siguiendo sugerencias
post modernas Wilber postula que tanto los "cuadrantes" como las
"dimensiones" son "perspectivas" lo cual hace pensar en un
relativismo. En esencia, serían "perspectivas" de lo
único que realmente existe: Dios, pero mientras Él
nos imagina como seres individuales. Menos esencialmente, estas
"perspectivas" serían las de los seres aparentemente
distintos pero aun así dependerían de Dios como un
Ser Absoluto en el cual vivimos y cuyo aspecto no dual
transcendente podría considerarse no exactamente como
"dentro" nuestro (porque esto le impondría una
limitación) sino como (siguiendo el pensamiento cristiano)
como un espíritu inmanente y fuera de toda
limitación.

Retomando el tema de los "cuadrantes"
pienso que ellos son una forma estructural de entender lo que
surge (ontológica y epistemológicamente) en la
"realidad" de manera correlativamente pero sin interacción
ni dependencia mutua reflejando la lógica del medio
excluido. Por otro lado pienso que las "dimensiones" que generan
a los "cuadrantes" son más primordiales y que
también son una expresión de la lógica de
relación más profunda ("ambos-y") y más
correspondiente al plano sutil. Ahora, la relación entre
estas dos realidades y lógicas sería diferencial y
por lo tanto podría ser causal y podría
desarrollarse una ciencia objetiva que estudie esta
relación. Quizás los seres extraterrestres
más avanzados hacen uso de esta ciencia y quizás
este sea parte del camino evolutivo intelectual que
también tenemos que seguir para no destruir al
planeta.

La lógica del medio excluido y de
los "cuadrantes" como correlativos prevalecería en el
nivel ontológico físico. La lógica de la
relación y de las "dimensiones" que generan a los
cuadrantes prevalecería en el nivel ontológico
sutil. Finalmente, la lógica de la inmanencia mutua
presente en la concepción racional límite que
podemos tener sobre la Trinidad generaría el nivel de
realidad ontológico Causal donde, en última
instancia, lo único "exterior" que podríamos
encontrar serían principios. Para entender qué
principios podrían ser estos manifestándose en un
mínimo de exterioridad y multiplicidad "material" y con un
mínimo de ilusión dualista, recomiendo leer los
temas específicos de la obra del metafísico
racional Fritjoff Schuon que tienen que ver con esto.

Ahora podemos entender mejor (de manera
tanto lógica como empírica) que los aspectos
fundamentales de la experiencia de la Vida realmente coordinan
entre sí en un orden común más profundo y
subyacente. Las expresiones cuadráticas surgirían
en todo los niveles ontológicos por efecto de la dualidad
pero lo harían más dominantemente en el nivel
físico (y sus subniveles). Antes que la emergente
"conciencia integral" (propuesta por Clare Graves antes que
Wilber) el ser humano se aferraba a una explicación
preferente que relacionada a uno de los cuadrantes; ahora tenemos
no solo que ver todo en su conjunto como los holistas sino el
patrón primordial que conecta genera el orden e
intercambios entre los todos y las partes.

Cuando carecíamos de
tecnología eficaz basada en el método
científico occidental las comunidades valoraban más
(en alianza a su comprensión dinámica del "Buen
Vivir") las respuestas e interpretaciones de personas capaces de
establecer una relación más cercana con las fuerzas
vivas de la naturaleza. Al ser "colonizados" por las ideas y
métodos modernos el respeto (que pudo haber existido en
diferentes grados en la antigüedad) por el entorno vivo
existente en muchos niveles así como el énfasis en
las relaciones de reciprocidad y respeto con los seres vivos de
todas esas realidades se fueron perdiendo.

Hoy necesitamos repotenciar la cultura del
"Buen Vivir" incorporando (bajo un esquema más amplio que
la tradición y que la modernidad, esto es, bajo una
amplitud de criterio transracional) lo rescatable de la ciencia y
la racionalidad (aquello que la Vida contribuyó en una
anterior "mutación" globalizadora). Sería necio
pensar que la modernidad solo trajo males pues al menos durante
esta etapa casi desapareció la esclavitud, aumentó
la duración de la vida humana, la movilidad social, la
alfabetización, los derechos de las mujeres, el
conocimiento del cosmos físico. Se propagó el ideal
democrático, se estableció la importancia de los
derechos humanos y se difundieron herramientas para poder
analizar y pensar auto críticamente. Sin embargo los
éxitos de la ciencia y de la modernidad política
nos alejaron de entender al mundo como un ambiente vivo, personal
y espiritual en el que personalmente nos extendemos y debemos
respetar. La valoración de la razón instrumental
estuvo acompañada por los excesos de un capitalismo
depredador de todo recurso (natural, animal, humano) llano a ser
manipulado. Inclusive las inhumanas dictaduras comunistas de
partido único tan adecuadamente criticadas por Vargas
Llosa generaron atrocidades pretendiendo contrarrestar al
capitalismo pues, como ya sabemos fueron otras vertientes del
materialismoracionalismo eurocéntrico y de su mundo
desencantado. Asimismo la convivencia de los sistemas
políticos modernos con religiones cristianas que
proponían el derecho del Hombre a explotar la naturaleza
(y frecuentemente a la mujer como extensión de ella) no
fue equilibrado con la obligación (también
religiosa) de protegerla y esto legitimó más el
mito del "crecimiento" continuo, desmedido e insostenible
así como la crisis estructural actual que no podemos
solucionar cosméticamente o con más de los
mismo.

Se habla de un cambio de perspectiva, de un
retorno a valores ancestrales, de reencantar el mundo cultural
que habitamos. Se dice que el rol de la conciencia (o por lo
menos de la información) son fundamentales según
ciertas interpretaciones de la física cuántica pero
creo que al aun carecer de un sistema social que valide nuestro
rol íntimo y participativo en la naturaleza (incluyendo en
la comprensión de esta naturaleza a principios universales
comunes y a todo nivel energético, espiritual e
inteligente en un todo ordenado) también dependemos de la
propiciación de experiencias transformadoras personales
que nos reconecten tanto con una realidad pre racional como post
racional. Estas experiencias las constituyen reconocimientos
personales íntimos no de lo extraordinario como
extraordinario, sino de lo extraordinario (de lo no material)
como natural.

A mi modo de ver el cambio necesario no es
solo un switch entre "modelos" y "paradigmas" sino de
experiencias y percepciones íntimas respecto a lo que
valoramos en relación a la naturaleza de la realidad. Creo
que éste solo se dará activando instintos
más elevados en relación a nuestra naturaleza
interna. Para "resonar" sentimental, emotivamente con Meta
modelos capaces de incluir integrar por primera en la historia
intelectual todos los tipos de conocimientos que antes se
consideraban mutuamente excluyentes, se requiere expandir la
capacidad subjetiva de no necesitar aferrarse a un modelo en
contradicción a otro. Esta capacidad se
acompañará de experiencias transformadoras de
apertura hacia realidades que desde siempre nos
acompañaron y por las que siempre de alguna manera
(inclusive durante las culturas "mágico-encantadas" pre
modernas) sentimos alguna incomodidad. Hablo de terminar con el
origen del tabú que nos hizo sacrificarnos por los
"dioses" desde los albores de la humanidad y creo que ese origen
es el instinto físico que al nacer obnubila nuestro
instinto sutil y causal. Hablo de empezar intelectualmente
rompiendo los tabúes modernos contra lo psíquico,
lo mágico y lo místico, pero no para regresar a
estructuras anteriores sino para incluirlas y trascenderlas.
Fundamentándonos así ("refundando" nuestra
"república interior") podremos digerir la inclusión
de descubrimientos y aplicaciones tecnológicas de
índole "interdimensional".

Si no existe aún una sociedad que
nos proporcione el contexto de aceptación de lo sutil
podríamos movernos en esa dirección reuniendo la
gama de modelos alternativos que ya están forjando ese
contexto.

A mi modo de ver, las Meta teorías
integradoras (MIT) que están surgiendo (y que no
reduzcan los aspectos del "Kawsay" (o de la Vida/Fuerza/Misterio)
ni a lo sicológico, ni a lo material, a lo cultural, a lo
sistémico o a lo social) son obligatorias pues el ser
humano necesita esquemas explicativos en sus procesos de
transformación. Creo que el mundo andino-amazónico
y el de otras tradiciones no eurocéntricas pueden
contribuir en la creación de estos Meta modelos inclusivos
complementando y marchando más allá de la Meta
teoría de Wilber. El Pensamiento Complejo de Morin, la
Transdisciplinariedad de Nicolescu, los modelos
científicos sobre la emergencia de la complejidad
sistémica, los modelos ontológicos del Vedanta, los
modelos holográfico y del campo de información
unificado propuestos por Edgar Mitchell y Ervin Laszlo, aspectos
de la neo teosofía, las investigaciones más
recientes en torno a la supervivencia consciente a la muerte
física, la crítica a la colonialidad del poder
propuesta por Aníbal Quijano y la crítica al
capitalismo en sus últimas etapas propuesta por
Wallerstein pueden confluir con otras propuestas que apuntan
más allá de los límites impuestos por la
razón dicotómica e instrumental que
acompañó a la modernidad.

En general mis amigos Dakota de la tribu
Yankton Sioux toman con naturalidad a todo ser viviente, a todo
espíritu y tienden a hacer de lo (que para el occidental)
es extraordinario, algo normal y familiar ya que para ellos lo
que nos vincula es realmente más grande que lo que nos
distingue. Ellos por lo general aún prefieren ser
empíricos; no recurren al análisis ni se sienten
proclives a incorporar las teorías pero la visión
integradora que propongo deberá incluir lo que ellos (y
otros de similar actitud en nuestros Andes y Amazonia) ya saben
pero sin descartar el método científico, el
análisis y hasta las críticas más
constructivas de la posmodernidad. ¿Podrán los
indígenas incorporarse a los movimientos post posmodernos?
Lo que está cambiando es la actitud que se vuelve
integradora pero para una integración que no es un
"menjunje" indistinto sino dentro de un orden que se expresa
tanto jerárquicamente como horizontalmente.

No podemos surgir integralmente temiendo
que los científicos modernos clásicos (incluyendo a
los cuánticos en esta categoría si se aferran a la
exclusiva existencia de la realidad física) o los
académicos tradicionales se burlen. Las verdades que
surgen tienen una "gravedad histórica" tan anterior como
las leyes de la creación. Creo que el origen de nuestro
mundo cotidiano se halla en niveles de realidad que
–metafísicamente hablando- son anteriores,
más fundamentales, sutiles y multidimensionales. Yendo
más allá de las propuestas de los físicos
Vlatko Vedral y de Seth Lloyd diría que programan y
delimitan sus características. Creo que la ciencia
emergente deberá incluir en su estudio a estos niveles
aunque antes los consideraba intangibles y fuera del rango
objetivo empírico apropiado. A través de la
generación de fenómenos inusualmente
negentrópicos (quizás siguiendo las pautas del
profesor emérito de la Universidad de Stanford William A.
Tiller), a través de la generación de ondas
escalares "Tesla" (como las demostradas experimentalmente por el
físico Konstantin Meyl) y a través de la
exploración empírica colectiva de otras realidades
(con y sin instrumentos electrónicos) se puede extender el
alcance de la ciencia de manera rigurosa y adecuada.

Ya existe un importante cúmulo de
evidencias que otras realidades (físicas y no
físicas) pueden interactuar con aquella que colectivamente
consideramos como la "nuestra" y única verdadera
(Piacenza, 2010). Esto es de suma importancia para saber
qué rol jugamos en el gran esquema de las cosas. No solo
el temor al ridículo, a perder credibilidad, apoyo
económico y respeto influyen a que no se investigue.
Existiría un "terror metafísico" opuesto a
despertarnos del trance colectivo para descubrir nuestra grandeza
transdimensional. Parte de la verificación futura se
realizará cuando entendamos mejor cómo es que
instrumentos electrónicos son capaces de detectar y grabar
comunicaciones inteligentes con entidades no físicas y
aparentemente inexistentes. Parte de la verificación
también se realizará a través de
experiencias transpersonales de carácter
íntimo.

Si investigamos las experiencias
transpersonales nos daremos cuenta que estas frecuentemente nos
proyectan a trascender una identidad egoica y física
limitada en la cual todo se entiende de manera separada o
desconectada. Nos llevan a entendernos como parte de un Cosmos
Vivo de relaciones y significados conscientes y nos motivan a
tratar a los demás de manera más inclusiva,
igualitaria y respetuosa. Estas experiencias podrían darse
a través de experiencias chamánicas, de formas de
meditación que nos acercan a sentir la No Dualidad, de
intensas conversiones religiosas, de los ejercicios de
contemplación espirituales católicos y de otras
tradiciones, de las experiencias de proyección
extracorpórea consciente y de las experiencias de contacto
físico y transdimensional con seres extraterrestres cuya
presencia se está verificando cada día más
objetivamente
(http://www.exopoliticsspain.es/sp/Edgar-Mitchell-extraterrestres.htm).

Además de los contactos
transpersonales, también la experiencia de fraternidad y
colaboración inter personal promovida tanto en la
niñez como en la adultez puede ser de carácter
transformativo moviendo nuestro sentido de clausura egoica hacia
lo "transpersonal" (hacia lo que está más
allá del ser egoico), lo "holotrópico" (hacia la
unidad). La apertura hacia lo transpersonal y holotrópico
(sea conectándonos en servicio a otras personas como
aprendiendo que somos parte de un Cosmos multidimensional animado
por la Vida) debería ser parte de la educación
transformadora.

Cada experiencia transpersonal tiene sus
características propias pero creo que cuando nos son
sorprendentes o inesperadas tienden a reubicarnos en un contexto
más grande de lo que habíamos hasta entonces
vivenciado en relación a la visión del mundo que
sostiene nuestra identidad personal. Toda experiencia
transpersonal tiende a ampliar nuestra capacidad de incluir
más aspectos de la realidad y a trascender el pensamiento
reduccionista, dicotómico, chato y
"cosificador".

Las experiencias de altruismo y apertura
hacia otras personas y seres vivos pueden adquirir dimensiones
transpersonales y transformarnos para asomarnos fuera de nuestro
"claustro egoico" (un reducido claustro egoico al que
frecuentemente nos limitamos de manera casi automática
solo por haber nacido con instintos biológicos de
supervivencia y desconfianza propios para limitarnos a un mundo
físico sumamente denso). Quizás mejoras en
detectores electrónicos ya interactuando leve pero
consistentemente con realidades
interdimensionales(http://atransc.org/) así como la
revelación tanto política como por cuenta propia de
la presencia transdimensional extraterrestre
(www.exopolitics.org) contribuirán a entender (como muchos
de nuestros indígenas americanos no limitados por los
conceptos académicos de la modernidad) que los seres de
otras realidades son absolutamente simplemente existen y son
parte de lo que el mundo moderno prefiere no ver porque no se
conforma a sus parámetros. Como investigadores
"descolonializándonos" y capaces de lidiar con la
complejidad debemos ser consecuentes y ligar este aspecto de la
sabiduría ancestral con estos importantes
descubrimientos.

En "El Juego Cósmico" (Grof, 1998,
pp. 259-260) el psiquiatra Stanislav Grof escribe: "Los
problemas que tenemos por delante no son de naturaleza
económico-tecnológica. Los orígenes
más profundos de la crisis global radican en la naturaleza
de la personalidad humana y reflejan el nivel de evolución
de la conciencia de nuestra especie. A causa de las fuerzas
salvajes que se hallan dentro de nuestra psique humana, una
cantidad inimaginable de recursos está siendo
despilfarrada en la absurda carrera armamentística, en las
luchas por el poder y en la persecución del "crecimiento
ilimitado". Estos elementos de la naturaleza humana
también impiden una distribución más
adecuada de la riqueza entre las personas y las naciones,
así como que se reorienten las preocupaciones puramente
económicas y políticas hacia las prioridades
ecológicas, que son esenciales para la supervivencia de la
vida en este planeta. Las negociaciones diplomáticas, las
medidas administrativas y legales, las sanciones
económicas y sociales, las intervenciones militares y
otros esfuerzos similares han tenido hasta ahora muy poco
éxito. De hecho, a menudo han producido más
problemas de los que han resuelto. Cada vez es más obvio
por qué no podían menos que fracasar. Es imposible
aliviar esta crisis aplicando estrategias enraizadas en la misma
ideología que la originó. En última
instancia, la actual crisis global es de naturaleza
psicoespiritual. Por ello es difícil imaginar que pueda
resolverse sin una transformación radical interna de la
humanidad y su ascenso a un nivel superior de madurez emocional y
de conciencia espiritual.

Considerando el papel fundamental de la
violencia y de la codicia en la historia humana, no parece muy
plausible la posibilidad de transformar la humanidad actual en
una especie de individuos capaces de vivir en coexistencia
pacífica con sus semejantes, con independencia de la raza,
el color y las condiciones religiosas o políticas, por no
hablar de la convivencia con otras especies. Estamos
enfrentándonos al enorme desafío de imbuir en la
humanidad profundos valores éticos, sensibilidad a las
necesidades de los demás, sencillez voluntaria y una aguda
conciencia de los imperativos ecológicos. A primera vista,
esta tarea parece ser demasiado utópica y un poco
irrealista para ofrecer ninguna esperanza real. Sin embargo, la
situación no es tan desesperada como pueda
parecer.

Como ya hemos visto, éste es el
tipo de transformación que se produce exactamente a
través de un trabajo interno y sistemático con
estados holotrópicos, ya sea suscitados por la
práctica de cualquier tipo de meditación, intensas
formas de terapia vivencial o un trabajo responsable y
supervisado con sustancias psicodélicas. También
pueden observarse cambios similares en personas que atraviesan
crisis psicoespirituales espontáneas y tienen el
privilegio de contar con un buen sistema de apoyo y una
guía sensible.

Así, una estrategia de
existencia que integre el trabajo profundo interno con una
acción inspirada en el mundo externo podría
convertirse en un factor importante para resolver la crisis
global, si fuera practicada a una escala bastante amplia. La
transformación interior y la evolución acelerada de
la conciencia harían aumentar significativamente nuestras
oportunidades de supervivencia y de llegar a una coexistencia
pacífica. Yo he reunido y descrito sistemáticamente
las comprensiones profundas procedentes del estudio de los
estados holotrópicos, con la esperanza de que las personas
que escojan este camino o que ya lo estén recorriendo las
encuentren útiles y eficaces durante su propio
recorrido.

Bibliografía

Grof, Stanislav. (1998). Barcelona:
Kairós.

Piacenza, Giorgio. (2009). "Integralism and
Organicism".
http://www.integralworld.net/piacenza3.html

Piacenza, Giorgio. (2010). "Bold
reflections on Integral Theory: On Mysterious Objective Phenomena
that –like Integral Theory- Challenge the reduction of Life
to a form of Materialist Determinism".
http://www.integralworld.net/piacenza8.html

Wilber, Ken (1995). Sex, Ecology,
Spirituality: The Spirit of Evolution. Boston:
Shambhala

Wilber, Ken (1995). Integral Spirituality.
Boston: Integral Books.

 

 

Autor:

Giorgio Piacenza Cabrera

 

Partes: 1, 2
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